- Hola mi señoria, llena de sabiduria que tanto a alegrado mi vida, me llena de alegria contarle
lo bien que le he pasado estos dias, y eh roto la profecia, de que una
sonrisa en la cara no pudiera tener, al salir de esa carcel, en la que usted me mantuvo preso, y es por eso que ahora libre yo me siento como el sol cuando amanace, me siento libre como el mar, y por mas que eso sea un cantar de la querida soledad, es mi forma de
pensar, pero es una lastima que no me deje ver a mis amigos, que usted me halla
prohibido ir a visitarlos, por tiempo indeterminado, y
yo sigo masomenos encarcelado pero en mi propio tormento por no poder ir con ellos y expresar nuestros
sentimientos, pero entiendo que usted esta viendo como me estoy comportando, que ando siempre
buscando la felicidad, que por mas que ya la e de encontrad, usted me tiene que gratificar con dejar a mis
amigos visitar, ya que ellos pueden estar mal, y me siento mal yo al no poder estar a su lado, aunque sea para escucharlos y que sientan que
estoy ahi para ayudarlo y sus problemas intentar solucionarlo, y si no es asi, por lo menos estaré ahi, pero bueno, espero que usted este meditando de la situacion que estoy pasando y que en cierta manera
me estoy torturando, pero a la vez
estoy difrutando, es raro, pero esta bueno.
Y eso, le queria otra vez agradecer por dejarme en libertad, aunque a mis amigos no poder visitad me da cierta melancolia, y saber que no estan bien del todo, y yo aqui solo,
queriendo estar a su lado e intentar alegrarlos y
sacarle una sonrisa, el poder hacerle
una caricia y el decirle
te quiero, es lo que yo espero hacer, aunque hablando con usted me esmero, poder verlos y
abrazarlos es lo que espero...
- Me alegro de que estes feliz, la ultima pena te la sacare en breve...
- Gracias mi señoria
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